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Arquitectos: Fuster Arquitectos, Julio Sagasta
- Área: 1801 m²
- Año: 2011
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Fotografías:Bruno Almela
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Centro Cultural de Carrús edificio se encuentra dentro de un complejo edificatorio, que componen el propio Centro Social-Cultural, junto con el Archivo Histórico Municipal de la ciudad de Elche. En el que el Centro Cultural corresponde a la segunda fase del complejo, en orden de ejecución.
El conjunto tiene una implantación muy acertada dentro de la ciudad ilicitana. Se erige en el límite con del cauce del Rio Vinalopó, junto al Pont del Bimil.lenari. Situado sobre una zona elevada, mirando hacia sur y este, lo que permite un diálogo visual con el skyline de la ciudad y el Palmeral de Elche, reconocido patrimonio de la humanidad por la Unesco.
El proyecto se diseña sobre un solar de forma triangular, con cierta pendiente hacia el sur-este debida a la topografía natural del terreno. El resultado final lo forman tres cuerpos principales, elevados sobre un zócalo que resuelve el desnivel por la orografía de la parcela, entre un extremo y otro de la misma. Generando distintos niveles y accesos entre el fondo y la parte frontal.
El resultado final lo forman tres cuerpos principales, elevados sobre un zócalo que resuelve el desnivel por la orografía de la parcela, entre un extremo y otro de la misma. Generando distintos niveles y accesos entre el fondo y la parte frontal.
Este zócalo crea una plaza que relaciona los volúmenes originando un diálogo arquitectónico interesante con el espacio urbano y El Palmeral de Elche. Esto genera visuales que hacen destacables hitos de la ciudad como la Basílica de Santa María, con su cúpula y campanario, El Molino Real, y El Palacio de Altamira. Sus materiales apuestan por la calidad y la sencillez, utilizando el hormigón, monocapa, acero y vidrio.
Destacar el volumen del auditorio, como imagen significativa del edificio. De líneas rectas en planta y en sus esquinas, mientras que su cubierta curva se funde con el cielo. Tiene su acceso por la plaza-mirador, situada en la parte superior, y a su vez tiene su salida por la cota inferior a pie de calle, gracias a este juego de desniveles que se resuelve con el diseño de la grada.
